El Drama Más Intenso de la Historia

Por: Pastor Víctor Contreras (victorcontreras@live.com)




EL DRAMA MÁS INTENSO DE LA HISTORIA

             I.      Dramas intensos:

1.      Romeo y Julieta, del gran escritor William Shakespeare.
2.      La ópera Otello, de Verdi, basada en una novela del gran escritor inglés antes mencionado.
3.      En lo que es la realidad, el terremoto en Haití.

          II.      El drama más intenso de la historia implica las más intensas horas de dolor, que comenzaron con su intensa oración agónica en el huerto de Getsemaní y culminaron al morir en una cruz, clavado (Lucas 22:39-46).
       III.      La intensidad de ese acto, todo lo que eso implicó y el sufrimiento atroz que experimentó, se reflejan en las siete oraciones ó frases pronunciadas por el Señor, conocidas como las siete palabras, mientras se aproximaba, presurosa, la más cruel enemiga del hombre: la muerte.
       IV.      Vamos a ver esto desde un ángulo diferente al enfoque común. Vamos a examinarlas en relación a siete de los problemas espirituales del hombre.

1.      Mateo 27:46 y Lucas 23:34: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Es un ejemplo de lo que somos capaces de hacer por causa de la ignorancia. La cruz de Cristo fue causada por la ignorancia (Hechos 3:14-17). ¿En que radica la ignorancia de ellos? Que todo el rencor, la violencia, la falsedad, la hipocresía que había en ellos la derramaron sobre el Hijo de Dios, su Salvador y Mesías. Muchas veces, al actuar, supuestamente a favor de la justicia y la verdad,  lo echamos todo a perder por nuestra ignorancia. Al pedir a Dios que los perdone, ¿a cuáles pecados se refiere? Lo apresaron como si el fuera un vulgar ladrón; lo juzgaron injustamente, dándole el tratamiento que se le da a un asesino; por cada latigazo que le dieron; cada escupitajo que le echaron; cada burla que le espetaron; cada empujón que le dieron; por las espinas que clavaron en su cabeza: cada maldición que sobre Él pronunciaron; por cada metro que le hicieron caminar con una cruz a cuesta; y, por cada clavo con que traspasaron Su humanidad impecable. ¨ No uses el odio contra el odio, grita un joven que está siendo golpeado por unos fariseos en una película que se llama Interrogatorio Final, a su hermano que quiere pagar con violencia hacia los que le maltratan. Leer Romanos 12:14, 17, 19; 1 Pedro 2:21-23; 3:8, 9.

2.      Juan 19:26, 27: Madre, he ahí tu hijo; hijo, he ahí tu madre. Muestra la preocupación de Jesús por conservar la fortaleza y unidad de la familia. La familia no ha de desintegrarse. No importa lo que pase: la familia debe conservarse. Por eso Jesús está poniendo en el lugar que a él le toca debido a su ausencia, un sustituto, es decir, alguien que ocupara su lugar.



María iba a necesitar de alguien que le sirviera de sostén, pero, no en el sentido material, necesariamente; ella iba a necesitar un hijo que estuviera con ella en su soledad, en sus achaques, en sus crisis; alguien que la representara, que moralmente le diera fortaleza, que en los peligros la defendiera. Jesús, previendo el vacío que se avecina pone a su madre bajo la cobertura del apóstol Juan, quizás, su mejor amigo. ¡Qué bueno es tener un verdadero amigo para momentos como estos!

3.      Lucas 23:43: De cierto, de cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Enfrentarnos a la realidad de la muerte y a lo que nos aguarda al morir. Responde a la antigua pregunta de Job: Si el hombre muriere, ¿volverá a vivir? ¿La muerte es el final de la existencia o hay más después de morir? En esta frase hay una alta dosis de esperanza para el hombre, pero, para el que como el ladrón que creyó pone toda su fe en Jesús. ¿Qué hay detrás de la cortina de la muerte a partir de la muerte de Jesús? Un paraíso recuperado, porque el terrenal Adán lo dejó perder. Un paraíso glorioso llamado también Seno de Abraham y tercer  cielo (Lucas 16:19-31; 2 Corintios 12:1-6). También existe la Nueva Jerusalén. Un edificio en 2 Corintios 5:1-5.

4.      Mateo 27:46: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Qué vemos en esta oración?: El sufrimiento y la incredulidad. Estas dos cosas, lamentablemente, casi siempre van tomadas de las manos. Al ver el sufrimiento azotar en este mundo, sobre todo a los más débiles, a los más desposeídos y vulnerables, muchos se han pasado al bando de los escépticos incrédulos, de los que no tienen fe en Dios. La premisa es: si Dios existe, es un Dios de amor y un Dios de amor nunca permitiría el sufrimiento; por lo tanto, ya que en el mundo hay tanto sufrimiento y tanto dolor, Dios no existe. De esta manera el hombre impío se ha empecinado en negar la existencia de Dios y Su amor. Ahora bien, el sufrimiento no es señal de la inexistencia de Dios, sino de la presencia y acción del pecado en el mundo donde Satanás es príncipe: el príncipe de este mundo. De ahí es de donde surge tanta injusticia, tanto abuso, tanta crueldad, tanto dolor. Donde abunda el pecado significa que Dios está ausente.

5.      Juan 19:28: Sed tengo. Todo su ser estaba afectado. Su alma, espíritu y cuerpo. Su alma ó emociones, por el oprobio, las burlas, el rechazo, las acusaciones que ha recibido. Su espíritu humano porque ha llegado a conocer por la experiencia vivida de lo que es capaz el ser humano: solo unos días antes, los que le han crucificado para matarlo le habían recibido como Rey; lo habían seguido en innúmeras ocasiones detrás de beneficios materiales. ¡Qué experiencia tan dolorosa tener que enfrentarse con toda la bajeza humana!




Saber que el hombre es capaz de alcanzar un grado de violencia destructivo es diferente a ver eso frente a ti; saber que el ser humano es cruel, cínico y burlón es una cosa, que te lo hagan a ti, inmerecidamente, es otra; saber que el hombre tiene la capacidad de arrancarle la vida a otro hombre es algo que estremece, pero ser tu el objetivo, en esta ocasión, y sin razón para ello, produce un impacto mortal en todo tu ser, sobre todo en tu espíritu. Su cuerpo ha alcanzado los niveles de dolor más elevados que se puedan alcanzar. Una larga caminata desde el pretorio romano hasta el Gólgota, bajo un sol calcinante, grandes nubes de polvo y una pesada cruz a cuesta; muchos golpes provocados con puñetazos, palos, patadas, el látigo de nueve correas llamado flagrum, el cual tenía en la punta de cada una de las correas una bola de acero que flagelaba la carne del azotado. Jesús había perdido mucha sangre y mucho agua. Estaba físicamente y también emocionalmente, seco. Si Él quería tomar agua tenía que ser abundante, no lo que le trajeron, un vino malo, con sabor a vinagre, siendo esta la última burla, el último desprecio que le hacían al siervo sufriente. Nuestra naturaleza cruel tiende a tomar a alguien que ha sido destruido por los demás y llevar nuestro desprecio y crueldad hasta lo último. Eso nunca será algo que el verdadero hijo de Dios haga.

6.      Juan 19:30: Consumado es. Frente al gran problema de la inconsistencia o falta de seguimiento a nuestras tareas. No importa lo que tengas que sacrificar para cumplir o hacer cumplir tu tarea, es decir, aquello que te apasiona. En lo que a nosotros los cristianos se refiere: seguir la tarea de Cristo. No debemos dejar la tarea a medias. Tenemos que llegar hasta el final (2 Timoteo 4:6-8).

7.      Lucas 23:46: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. La falta de perspectiva eterna. Este si que es un problema serio, quizás el más serio del hombre. No ver la vida desde la perspectiva de Dios. Esta frase y la segunda tienen una relación vital. La promesa de Jesús al ladrón son de vida eterna y aquí se nos muestra que el espíritu del hombre cristiano, verdaderamente vuelve a Dios que lo creó. Los filósofos de todas las épocas y lugares han luchado por responder a esto, pero, casi siempre con una negación rotunda. No hay más que lo que hay aquí. Nada de lo que vemos es cierto, esto es algo irreal. Disfruta de lo que te da la vida que cuando mueras, ya no hay mas nada. Así ha surgido el pesimismo, el idealismo, el ateismo, el materialismo, y otros, que han desviado el corazón del hombre a una preocupación desmedida hacia lo material, mientras niegan a Dios: su existencia, su amor, su plan de vida eterna. Las enseñanzas y palabras del más grande maestro de la historia nos plantean lo contrario: si existe Dios; si hay vida, aún cuando físicamente muramos; pero, no solo hay vida, sino que hay vida eterna al lado del Padre Eterno. Pero, también las mismas enseñanzas del Maestro prevén condenación eterna para aquellos que no crean en Cristo y lo rechacen como Su Salvador personal. Por otro lado, ¿tienes tú la misma confianza que Jesús? ¿Está tu vida tan profundamente ligada a Él que no hay vacilación frente a una sociedad cada vez más materialista, rebelde e indiferente a Dios y Su Palabra?

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