¿Denunciar ó Juzgar?

Uno de los argumentos que más se repiten cuando alguien denuncia una herejía ó una enseñanza y/ó maestro errados, es que no debemos juzgar. Desde luego, es un argumento de los seguidores de estos maestros, y estoy de acuerdo: no debemos juzgar (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Santiago%204:11-12&version=RVR1960). No obstante, se trata de discernir, no de juzgar, de conocer el árbol por sus frutos.(http://www.biblegateway.com/passage/?search=Mateo%207:15-20&version=RVR1960)

Ahora bien, en cuanto al porqué de no juzgar, deduzco que, siendo Dios el único ser Omnisciente, es también el único que conoce pasado, presente y futuro, superficie y trasfondo de todas las cosas; y por ende, el único con capacidad plena para emitir juicios absolutamente justos.Talvez yo no lo conciba, sin embargo, un hereje de hoy, podría convertirse en un evangelista genuino de mañana. Para afirmar esto, tomo como ejemplo a Saulo de Tarso, perseguidor acérrimo del Evangelio, quien más tarde se convertiría en Pablo, apóstol de los gentiles, por la Gracia de Dios (http://www.biblegateway.com/passage/?search=galatas%201:11-24&version=RVR1960). Casos como éste y muchos otros, me llevan a la conclusión de que no me toca juzgar a las personas, ni emitirles condenas finales, sino más bien denunciar prácticas, conductas y enseñanzas erradas.

Tenemos el ejemplo del Maestro, nuestro Señor y Salvador, Cristo Jesús. Jesús denunció fervientemente a los fariseos, sus prácticas hipócritas y su falsa apariencia de piedad (http://www.biblegateway.com/passage/?search=mateo%2023&version=RVR1960). Así pues, con gran denuedo y arrojo, debemos imitarle y denunciar falsas doctrinas, pero siendo cautos a la hora de referirnos a los individuos que las promueven. ¿Por qué? Porque no es nuestra intención convertirnos en el mal que combatimos, y llevar las cosas al extremo de destruir las vidas de personas que muchas veces son "ciegos espirituales"(http://www.biblegateway.com/passage/?search=Mateo%2015:14&version=RVR1960), aunque debo admitir que la mayoría son lobos rapaces y amadores de sí mismos, más que de Dios, y no lo digo por juzgar, la Palabra de Dios bien advierte que esto habría de ocurrir (http://www.biblegateway.com/passage/?search=2%20Timoteo%203&version=RVR1960).

No nos equivoquemos: lo que está mal debe ser denunciado, con el fin de que aquellos que aman la Verdad, sean prevenidos del engaño. Si alguien que admiramos enseña un evangelio distinto al que está plasmado en las Escrituras, es, por muy penoso que resulte admitirlo, un maestro falso, que debe ser enfrentado con su error, dándole así, la oportunidad de apartarse del mismo (http://www.biblegateway.com/passage/?search=G%C3%A1latas+1:8&version=RVR1960). Si se rehusa, no queda opción más que denunciarle, evitando epítetos insultantes que nos hagan parecer fanáticos, lunáticos, ó personas con fines maliciosos; pero siempre sacando a relucir la verdad tal cual, sin tapujos. Tampoco debemos apelar a detalles sensasionalistas, ni a exageraciones, porque estas cosas nos llevan a perder credibilidad y nos alejan de nuestras verdaderas intenciones. No tomemos la batalla como si fuera contra hombres, sino que debemos recordar también, que hay un plano espiritual mucho más complejo en el cual debemos combatir por las almas perdidas y confundidas (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Efesios+6:12&version=RVR1960).

Para lograr nuestro fin al denunciar embustes y embusteros, procuremos no hacer demasiado incapié en los mismos, pues esto podría resultar contraproducente, ya que atraería la atención de las personas hacia ellos, y pronto se dirigirán a investigarles y conocerles, pudiendo terminar seducidos por sus lisonjas. Entonces, poniéndolo en términos de cineastas: el personaje central de nuestra historia es la verdad, pero la mentira debe quedar relegada a un segundo plano y ser presentada como antagonista, envés de anti-héroe protagonista, lo cual pudiera generar compasión ó justificación para ella. Es menester denunciar el error, pero anunciar la verdad es nuestra misión primordial. (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Marcos+16:15&version=RVR1960)

Quizás hasta podamos rescatar a unos cuantos de esos que andan promoviendo falsas enseñanzas (http://www.biblegateway.com/passage/?search=Santiago%205:19-20&version=RVR1960).

Ahora bien, ¿cuáles son las falsas enseñanzas? Pronto comenzaremos a hablar de ello. Mientras tanto, este blog permanece a disposición de todos los que aman la verdad.

Bendito sea Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Bendito nuestro redentor y salvador Jesucristo y bienaventurado todo el que tiene su esperanza en Él. Su misericordia y Su gracia estén sobre ustedes.

Shalom,



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